Recomendaciones para la Correcta Aplicación de la Frutoterapia
El empleo de la frutoterapia abarca, en muchas ocasiones, el consumo de jugo o zumos extraídos de las frutas (como se ha observado en lo arriba expuesto).
En este sentido, existen algunas recomendaciones para obtener el máximo de nutrientes y, por ende, del valor curativo de ellas.
Se prefiere el consumo de zumos naturales sobre los envasados, ya que la fruta fresca es más nutritiva que los productos fabricados que suelen contener preservativos o algún tipo de colorantes.
En caso que se deba adquirir productos envasados, es necesario hacer una diferencia entre néctares y zumos, ya que los primeros se les añaden, en su elaboración, jarabes en una proporción de entre el 40 y el 60 por ciento.
Si desea consumir frutas naturales, se aconseja seleccionar aquellas que tienen colores intensos, una textura firme y un aroma agradable y perfumado.
Es importante lavar con cuidado las piezas de frutas que se vayan a consumir, haciéndolo directamente debajo del agua fría y no dejándolas en remojo, porque podrían perder vitaminas. Algunas frutas requieren ser peladas como la pina, melón, kiwi, etcétera. En estos casos, los cortes deben ser los menos posibles. Ambas operaciones deben realizarse inmediatamente antes de ingerirse.
Se debe beber el zumo o jugo inmediatamente después de elaborarlos, ya que pueden perder vitaminas y otros nutrientes (especialmente los que contienen vitamina C).
No se aconseja tirar la pulpa vegetal sobrante después de licuar las frutas. Lo más conveniente es mezclarla con el zumo para hacerlo más espeso. La pulpa es muy rica en fibra y, en ella, hay muchos minerales.
Publicar un comentario